En muchos espacios de trabajo, la iluminación es un factor que suele pasar desapercibido. Se encienden las lámparas, se ajusta el brillo de la pantalla y el día comienza. Sin embargo, algunos han notado que la luz influye más de lo que parece: en el estado de ánimo, en la energía con la que se afronta la jornada e incluso en la concentración.
Hay lugares donde la gente parece sentirse más activa y enfocada, mientras que en otros, el cansancio llega más rápido. No es solo una cuestión de actitud o de carga de trabajo, sino también del ambiente que los rodea.
¿La luz puede afectar el rendimiento laboral?
Algunas personas, al trabajar en espacios bien iluminados, han notado que sus tareas fluyen mejor, que cometen menos errores y que terminan el día con menos fatiga visual. No es coincidencia. En un estudio realizado en España, se analizó la relación entre la iluminación y el desempeño laboral, encontrando que una luz adecuada puede reducir la sensación de agotamiento y mejorar el bienestar general.
Por el contrario, en entornos con poca luz o con una distribución deficiente de la iluminación, se reporta más tensión ocular, menor rendimiento y, en algunos casos, incluso dolores de cabeza. Aun así, no se trata de inundar un espacio con luces demasiado intensas, sino de encontrar un equilibrio que se adapte a cada necesidad.
Cómo mejorar la iluminación en el ambiente laboral
Cada espacio de trabajo es distinto, pero hay ciertos principios que pueden marcar la diferencia en la comodidad y productividad:
Usar la luz natural siempre que sea posible. Quienes trabajan cerca de ventanas con buena iluminación natural suelen sentirse más despiertos durante el día. Ubicar estaciones de trabajo estratégicamente o utilizar cortinas translúcidas ayuda a maximizar su efecto sin deslumbrar.
Elegir lámparas adecuadas. Las lámparas LED han ganado popularidad por su eficiencia energética, su mayor vida útil y porque evitan el parpadeo molesto de otras opciones.
Considerar el color de la luz. Mientras que las luces blancas suelen fomentar el estado de alerta, las luces cálidas generan una sensación de relajación. La elección ideal depende del tipo de actividad que se realice en el espacio.
Distribuir la iluminación de manera estratégica. No siempre basta con una lámpara de techo; en muchos casos, la iluminación complementaria, como lámparas de escritorio o de pared, ayuda a reducir sombras innecesarias y mejorar el confort visual. Además, es importante evitar reflejos molestos en pantallas de computadora para reducir la fatiga visual.
Muchas veces, cuando alguien se siente agotado antes de que termine el día o nota que su nivel de concentración varía según el lugar en el que se encuentre, la iluminación podría estar desempeñando un papel crucial.
No es raro que, tras mejorar la distribución de la luz en un espacio, el ambiente de trabajo se vuelva más cómodo y funcional. En estos casos, ajustar la iluminación no solo mejora la productividad, sino que también hace que el tiempo en la oficina o en casa sea más agradable. Para quienes buscan optimizar la iluminación de su espacio, en Reyco del Valle hay soluciones diseñadas para hacer del entorno laboral un lugar más eficiente y acogedor.